Artículo de Ainhoa Portero para la revista FlyMagazine
El “wedding planner” es un profesional de actualidad, que ya no solo conocemos por las películas y su relevancia en países como Estados Unidos, el Reino Unido o la India, sino por el aumento de su importancia en España en la organización de bodas. Poco a poco, se ha convertido en una figura indispensable en estos eventos, como si fuera el director de una película, ya que su labor es unir los elementos necesarios para que los sueños, gustos, ilusiones y directrices de los que se casan y su entorno se hagan realidad, con una fluidez natural, sin que parezca que alguien lo ha organizado todo al detalle. Ahí reside el éxito de un buen “wedding planner”.
Los “wedding planner” son personas altamente cualificadas y especializadas en la organización de bodas. La celebración del casamiento es un mundo por descubrir que ha evolucionado en los últimos tiempos. Ahora, las bodas son menos protocolarias, y más sentidas, románticas y familiares. Incluso son divertidas, y en muchos casos son auténticos espectáculos.
Un auténtico “wedding planner” mantiene a sus clientes (novios y familiares) en un estado de ánimo tranquilo y en una actitud de plena confianza, por lo que la empatía y la vocación de servicio serán sus principales recursos. Se trata de conocer “al dedillo” las preferencias de los novios para ofrecerles los proveedores adecuados y optimizar al máximo el presupuesto disponible, por lo que la profesionalidad y experiencia del “wedding planner” son fundamentales, para obtener la máxima calidad al mejor precio y encontrar recursos, lugares y curiosidades que sin su participación serían inalcanzables.
Es un profesional altamente cualificado y especializado en organización de bodas
Es un profesional altamente cualificado y especializado en organización de bodas
Claves para entender el trabajo del “wedding planner”
♥ Su presencia en la organización de la boda debe pasar desapercibida para los asistentes. El evento debe desarrollarse de forma natural, sin dar la sensación de que todo sigue un guión preestablecido.
♥ Siempre debe mantener una actitud positiva y sosegada, para transmitir a los clientes esa tranquilidad que a veces pierden al enfrentarse a un acto de la magnitud de una boda. En este sentido, la empatía y la vocación de servicio son fundamentales.
♥ Una boda organizada con un “wedding planner” debe optimizar mejor los recursos disponibles que una que no cuenta con su figura.
♥ Muchas de las posibilidades de ser contratado como “wedding planner” pasan por la primera reunión con el cliente. Si se genera una esfera de confianza, las opciones aumentan considerablemente.
♥ El secreto está en escuchar, para conocer cuáles son las ideas, sentimientos y deseos de los novios y familiares.
El primer contacto del “wedding planner” con el cliente es muy importante, ya que lo que hará que lo seleccione será la sensación que recibe en la primera comunicación. Si le inspira confianza, automáticamente estará contratado. Una de las claves está en “menos hablar y más escuchar”. El “wedding planner” debe saber que en escuchar está el secreto: dejar hablar, ser consciente de que su trabajo es solucionar, presentar propuestas, crear un sueño… En este punto, la vocación de servicio y el entusiasmo por ejercer esta labor son imprescindibles.
La clave de su trabajo está en saber escuchar, además de tener empatía, vocación de servicio y entusiasmo
La clave de su trabajo está en saber escuchar, además de tener empatía, vocación de servicio y entusiasmo
En línea con lo anterior, en la primera reunión de un “wedding planner” con sus futuros clientes hay dos preguntas que deben realizarse sí o sí: ¿en qué punto están de su boda? y ¿qué es lo que esperan? Los clientes deben notar que se les está prestando el máximo de atención, no solo como requisito básico para ofrecerles el mejor servicio, sino para determinar qué quieren, si son un mar de dudas o no… Una vez se tenga toda esa información es la hora de ponerse a trabajar para conseguir esa boda de película, teniendo en cuenta que es un entorno donde los clientes están en el momento de mayor ilusión de sus vidas, lo que resulta muy gratificante para el “wedding planner”, sobre todo cuando ve que ese sueño se ha hecho realidad en forma de un evento de éxito.